Un estudio elaborado por investigadores canadienses ha concluido que en las zonas en las que hay muchos pozos de fracturación hidráulica para extraer gas y petróleo se dan más casos de nacimientos prematuros de bebés y otros problemas de salud en mujeres embarazadas.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Calgary (Canadá) y publicado por la revista médica «JAMA Pediatrics» señala que la tasa de partos prematuros espontáneos antes de la semana 37 de gestación aumenta de forma considerable dependiendo del número de pozos de fracturación hidráulica cercanos.
La doctora Amy Metcalfe, una de las científicas que lideraron la investigación y profesora asociada de la Escuela de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary, señaló en un comunicado que aquellas mujeres que viven cerca de hasta 24 pozos de fracturación tienen un riesgo de partos prematuros del 7,4 %.
Pero en el caso de mujeres que viven cerca de 100 o más operaciones de fractura hidráulica de gas o petróleo, el riesgo aumenta hasta el 11,4 %.
Metcalfe destacó que los bebés nacidos de forma prematura sufren un mayor riesgo de desarrollo de problemas de desarrollo neurológico, discapacidades físicas y problemas como autismo, parálisis cerebral y epilepsia.