SAN CRISTOBAL. – A todos los insaciables que recuerden que la vida es un río revuelto por el que navegamos, sorteando todo tipo de obstáculos, pero nunca contra la corriente, todos los dominicanos somos parte del viaje, no importa su estatus. Cuando los años pasan ves el amor de una forma diferente, te enamoras del Alma de las personas, solo quieres amor y tranquilidad, aprecias más la vida porque notas que la conciencia te dice que nada es para siempre y lo más importante que cada minuto es un milagro de Dios de estar vivo.
La vida no es fácil, pero hay un motor llamado corazón, un seguro llamado fe, y un conductor llamado Dios.
Ser honesto no te traerá muchos amigos, pero siempre te traerá los correctos.
Hoy me puse a contar mis años, más de 60 años y saben que descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que él que viví hasta ahora, por eso trato de eliminar de mi vida todo aquello que me cause estrés y me quite la sonrisa porque él viaje, ya es muy corto y debemos no ser insaciables, sonreír y saber que el arco de la historia es largo, pero, siempre, se inclina hacia la luz de la justicia.
La vida no cuenta los pasos que hemos dado, sino las huellas que hemos dejado……
Cuando la niebla de la incertidumbre trata de ocultarnos el mañana, la fe en Dios nos alumbra y señala el camino a seguir…
La Semana Santa es momento para reflexionar y meditar sobre lo vivido, recordar lo que hemos logrado y a quien hemos ayudado…
Éstos días son tiempos para agradecer a Dios por nosotros, nuestra familia y nuestros amigos, también para plantearnos nuevas metas, nuevos sueños y sobretodo tiempo para volver y agradecerle el gran amor que Jesús dio, al dar su vida por la de nosotros, para demostrar amor y cariño y que él no murió en vano.
Semana Santa es esperanza para esté país y que los insaciables, codiciosos, avarientos que carecen de frenos, y que han perdido el miedo a las leyes, él abusó al pueblo que avasallan y esquilman los hagas reflexionar de la vida misma.
Recordarle que la Cruz no es para que la llevemos en el cuello o la colguemos de una pared, es para que la vivamos día a día y recordarnos que el Corazón un día dejará de latir sin importar nuestro estatus y que aquel que estuvo en la Cruz, NUNCA, NUNCA NOS DEJARÁ DE AMAR….
GRACIAS SEÑOR POR TODO LO VIVIDO….